¿Alguna vez te has preguntado qué son los intereses de demora? Es cierto que cuando solicitamos algún crédito esto viene estipulado en el contrato que hacemos con la entidad prestamista, pero ¿de dónde vienen?
Y también, cuando nos conceden una tarjeta de crédito vemos esto reflejado en los pagos de estas. Normalmente no les prestamos atención, pero al fin y al cabo es dinero que tenemos que pagar. En este artículo vamos a contarte todo sobre ellos para que los conozcas.
Antes de que profundicemos más en el tema es necesario que tengamos claro que son los intereses demora, de esta forma podremos comprender mejor la información. Y en pocas palabras, esto es lo que sustituye a los intereses ordinarios, entran en la escena cuando una persona no paga a tiempo su deuda.
Esto significa que cuando ocurre esa situación de incumplimiento al contrato donde están establecidas las fechas de pagar, toma partido esta especie de indemnización. Cuando pasa esto, aumenta la cantidad original que correspondía cancelar el dinero ya que este factor también se suma como compensación por impuntualidad.
Se puede interpretar como un plan de respaldo por parte de las entidades crediticias en caso de que el solicitante no cumpla con el plazo acordado.
Los intereses ordinarios son los que conocemos como porcentajes sobre la cantidad exacta de dinero que nos otorgan. Es decir, el préstamo personal y la cantidad que establece el prestamista que se entrega al saldar la deuda. Por lo general, es un poco más que el monto inicial.
Mientras que, los intereses de demora son completamente lo contrario. Solamente aplican en caso de que el solicitante no cumpla, y deberá regresar lo que explicamos más esta nueva cantidad.
Primero, analicemos la estructura de un préstamo. Sabemos que para formalizarlo como tal el prestamista envía un contrato que debe firmarse, y dentro de ese documento vienen incluidas una serie de cláusulas. Entre esas, está la que te estamos mencionando de los intereses de mora.
Entonces, la función de esta normativa es informar al solicitante que si no cancela a tiempo la deuda se le impone un porcentaje establecido por entidad crediticia que debe pagar sumado al monto total.
En la mayoría de los casos, por no decir en todos, a partir del primer día que la persona lleve retraso se comienzan a sumar esos intereses. Y estos aumentan por cada día que siga corriendo y no haya respuesta por parte del cliente. ¿Cuál es el resultado? Un total a pagar que casi siempre termina siendo hasta más alto que la suma de dinero original que le dieron al inicio.
Aunque ya explicamos que para que se pueda hacer la notificación de cobro por estos intereses tiene que haber pasado la fecha límite de pago este no es el único factor que se toma en cuenta. De hecho, hay por lo menos 4 puntos que juntos impulsan al prestamista a aplicar esta cláusula.
Lo que se toma en cuenta es lo que verás en la siguiente lista:
Esta información es de utilidad tanto si eres prestamista y no sabes si debes aplicar este tema o no, como si tu eres quien debe para que conozcas cuáles serían las consecuencias en caso de faltar.
Ahora, supongamos que estás del lado de la entidad financiera y algún cliente se atrasó con su pago. Llegados a este punto ya sabemos que lo siguiente que corresponde es comenzar a aplicar los porcentajes por interés de demora.
La pregunta es ¿Cómo se calculan? Observa el siguiente ejemplo:
Como vemos, se toman en cuenta la cantidad de interés que se establece en el contrato, los días que lleva sin pagar y el monto total que se le entregó a la persona en su cuenta. Entonces, en base a eso se realiza el cálculo y este nos arroja exactamente cuánto corresponde pagar con eso sumado.
El hecho de incumplir con una cuota o el pago en su totalidad nos puede afectar a nivel crediticio. Y, aunque todos estamos expuestos a que ocurra alguna circunstancia que nos impide responder a tiempo, podemos ser precavidos y reportar al banco o al prestamista lo que ocurre.
Y si, aunque parezca algo irónico ya que es compromiso, muchas veces es mejor que nos adelantemos a que sean ellos quienes tengan que hacer múltiples llamados sobre esto. Quizás, puede que podamos llegar a una prórroga o acuerdo que nos beneficie.
Como alternativa, podemos considerar los préstamos sin intereses si necesitamos dinero, en lugar de acumular más deudas con préstamos a plazos, u otros que tengan altas tasas de interés.
Si después de intentar solicitar más tiempo y no consigues respuestas positivas, el resultado es inevitable. En ese caso, trata de conseguir todo el dinero a la brevedad posible. Con esto, evitas que la cantidad siga aumentando y que tu historial quede manchado, o incluso, puedas quedar completamente moroso o en ASNEF.
Recordemos que para caer en condición de moroso tendrás que haber pasado por varios prestamistas y no haberle devuelto el dinero a ninguno. Entonces, en ese caso cuando quieras apelar por más tiempo para pagar será un poco difícil ya que estos estudian tu historial, una alternativa a esto son los préstamos con ASNEF.
Sin embargo, el último recurso que tienes es recurrir a la Ley de la Segunda Oportunidad, esta te da la opción de que puedas disminuir tus deudas o conseguir plazos cómodos para saludarla. Pero por supuesto, para ir por esto debes cumplir una serie de requisitos bastante específicos.
Cuando los intereses de demora superan la capacidad económica del solicitante, esta persona puede buscar refugio en esto. Sin embargo, como hemos explicado para llegar hasta ese extremo debe existir toda una trayectoria de deudas acumuladas.
Y en ese punto, esta persona puede pedir ayudas externas que le permitan poder pagar todo. O que se establezcan cuotas conforme a lo que la persona gana según su nómina o los ingresos que esta tenga regularmente.
Además de tener que cargar con los porcentajes extra de demora y posiblemente quedar en lista de morosos, es muy posible que la entidad prestamista se vaya por las vías legales para resolver la situación. Claro, esto también depende de la cantidad de dinero que se deba.
Es como una medida de seguridad pues según el historial se puede visualizar si tiene buena reputación para pagar y evitar que se cobren intereses de demora.
En ese caso el prestamista puede embargar y lo perderían hasta que no se pague por completo. Mira: préstamos sin aval