Actualmente, la mayoría de las personas han experimentado el estar en deuda por dinero, con un amigo, el banco, sus tarjetas de crédito y hasta entidades financieras. Esto significa tener una angustia por el dinero pendiente, pero hoy te vamos a contar cómo puedes refinanciar tus deudas y tener solvencia en tus pagos.
Cuando se habla de refinanciar una deuda, esto se refiere a una reestructuración en cuanto a plazos de pago y cuotas con amortización de una deuda preexistente.
¿Qué quiere decir esto? Que te pondrás en contacto con la entidad financiera con la que previamente hayas adquirido un préstamo rápido online para mejorar las condiciones de tu contrato de pago, de forma que se adecuen a tu situación económica actual.
Este tipo de opciones, se usan en los momentos en donde ya no crees poder seguir siendo solvente con los pagos ya establecidos, y prefieres buscar opciones que te permitan continuar con tu responsabilidad financiera de la mejor manera.
Dentro de sus características más resaltantes podemos mencionar que hay diferentes maneras de replantear la deuda, y, además, puedes negociar el tipo de cuotas de tus pagos de modo que se entiendan perfectamente con tus demás responsabilidades financieras.
También es importante destacar que este tipo de productos económicos como lo es la refinanciación de las deudas, se consolidan en un tiempo inferior al de solicitar un préstamo en el acto, ya que aquí no debes volver a dar todos tus requisitos y esto acelera en gran manera el proceso.
Si en este momento te encuentras en la búsqueda de mejorar la forma en la que pagas tus deudas personales o empresariales, la refinanciación por supuesto es la mejor opción en este momento.
Lo primero que debes hacer antes de pedir refinanciar tu deuda, es chequear cómo han ido los pagos anteriores de esta, ya que de esta manera vas a poder tener razones y hechos para demostrar que previamente has venido cumpliendo con tus pagos como corresponde.
Ser honestos con la razón por la cual estás pidiendo una refinanciación de la deuda, te va a permitir que, con mayor facilidad y agilidad, ellos puedan tomar una decisión conveniente a tus necesidades.
Si en estos momentos, tus apuros económicos no te dan un pequeño respiro para al menos cancelar con facilidad tu deuda, entonces sí es más que conveniente que puedas refinanciar tu deuda cuanto antes.
Si ya estás llegando al límite, la mejor opción es pedir esta refinanciación ante la entidad financiera que te haya otorgado el préstamo personal, pues son ellos quienes te podrán dar una respuesta en cuanto a tu solicitud y así poder tener una opción real.
Decir que es oportuno se queda realmente corto si nos ponemos a pensar en los beneficios que vas a obtener al refinanciar tu deuda.
Además, es importante que, en cuanto a temas financieros, siempre analices cuando es el mejor momento para tomar decisiones que te puedan mantener solvente.
Si ya has venido presentando apuros a la hora de lograr completar tus pagos es una señal clara de que ha llegado el momento de solicitar la refinanciación.
Pero si además en medio de estos apuros económicos, el cancelar tu deuda representa más del 50% de tu ingreso mensual, entonces realmente debes ir de forma inmediata reflexionando sobre la fecha en la que harás esta solicitud.
Dejar que tus tarjetas de crédito lleguen a 0 o simplemente asumir riesgos que no son sostenibles económicamente para ti, no pueden ser lujos en los momentos de crisis financiera, por esto es que la refinanciación es la opción más favorable para la mayoría de personas actualmente.
Poder encontrar cuotas mensuales más bajas y accesibles en cuanto a tus ingresos, te sacará de estos escenarios en los que el apuro por el dinero es el protagonista; proteger tus ingresos y tu solvencia bancaria es una prioridad.
Tener diferentes alternativas para escoger la manera de refinanciar tu deuda es sencillamente un alivio, porque así, podrás optar por la más adecuada según tu realidad económica actual.
Por ello, aquí te dejamos tres opciones para refinanciar una deuda de forma fácil:
1. Reunificación de deudas: esta opción te permite unificar todos tus compromisos de pagos, adquiridos previamente en tu institución financiera elegida, de esta forma, vas a realizar un solo pago mensual, con un solo tipo de interés, lo que te va a permitir despojarte de las preocupaciones de varios pagos a diferentes tiempos.
2. Novación: aquí podrás renegociar las condiciones de tu contrato, en cuanto a las cuotas y plazos, lo único que debes tener en cuenta, es que este tipo de refinanciación está pensada para las hipotecas o deudas a largo plazo.
3. Subrogación: esta última opción es quizás una de las menos mencionadas, pero desde luego también representa una solución. La subrogación lo que plantea es el cambio de entidad financiera, para poder seguir con tu deuda, pero bajo nuevos términos que te beneficien y permitan estar solventes con tus pagos.
Por supuesto que es de gran ayuda tener una refinanciación de la deuda, pero antes de solicitar una, es importante que puedas tener cada detalle de lo que esto requiere, así vas a evitar caer en decisiones apresuradas por falta de información.
¿Cuentas con capacidad de pago?, debes hacerte esta pregunta antes de siquiera suponer en adquirir una refinanciación, ya que, si honestamente no puedes asumir una responsabilidad económica más, lo mejor será optar por opciones que si vayan acorde con tus posibilidades.
Si no te sientes preparado al 100% para plantear una renegociación a tu banco o entidad prestamista, puedes contratar a agencias de refinanciación que puedan llevar a cabo el proceso por ti.
Y por supuesto, hablar de tramitar una refinanciación también conlleva gastos, como el hecho de estudiar y reestructurar de forma completa un préstamo previamente adquirido, por lo cual debes estar totalmente al tanto sobre cuánto será el dinero urgente que vas a usar para ello, y si te lo puedes permitir.
Realmente hablar de requisitos en estos casos no es tan extenso y complicado como en los de un préstamo normal, ya que, si harás una refinanciación, usualmente vas a necesitar de los mismos datos básicos que previamente en tu préstamo inicial ya has suministrado.
No obstante, debes hablar sobre tus razones para pedir el refinanciamiento y más.
Además, los datos que te soliciten en tu solicitud, van a variar según la institución financiera con la cual hayas tramitado previamente tu crédito o préstamo online.
Antes que nada, ten presente que los pasos a seguir pueden cambiar según la entidad financiera que escojas del ranking de España, sin embargo, estos suelen ser los pasos que acompañan usualmente el momento de tramitar una refinanciación:
Al tener todo listo, ya no tendrás que pasar otro mes con preocupaciones sobre tus deudas, y además habrás podido constatar que el proceso es mucho más veloz que el de un préstamo normal.
No es un secreto que el poder refinanciar tus deudas te quita un gran peso de encima y eso se puede denotar gracias a que luego de hacerlo, quedas con cuotas más bajas y fáciles de pagar.
Tienes un plazo más amplio para el pago de tu deuda y además tienes la opción de unirlas todas y solo dejar un monto de pago mensual por todo, lo que te permite una ligereza de pago ideal.
Lo mejor antes de tomar una decisión importante es sentirse completamente seguro de ello, así que acá te dejaremos algunas preguntas frecuentes que pueden ayudarte.
No, puedes unificar tus pagos y así solo tener una responsabilidad de pago mensual.
Sí, ya que te permite tener solvencia en tus pagos y no adquirir riesgos de morosidad.
No, la refinanciación no es obligatoria, más, sin embargo, sí te otorga la flexibilidad necesaria en cuanto a cuotas y plazos para que no caigas en impagos.